Durante mi última visita a Grafik, aproveché la ocasión para explorar el barrio de Lezkairu en Pamplona para ver personalmente cómo este barrio ha evolucionado en los últimos años, convirtiéndose en una zona moderna y vibrante, llena de espacios verdes y con una arquitectura contemporánea que destaca por su diseño innovador.
Esta evolución coincide con el tiempo con el desarrollo del Clot d'Emprivat, de Escaldes-Engordany. Desgraciadamente comprar el urbanismo de ambos barrios deja el Clot de Emprivat en mal lugar.
El barrio de Lezkairu, situado en el sureste de Pamplona, es un ejemplo de desarrollo urbanístico moderno y planificado. Históricamente, esta área estaba compuesta mayoritariamente por terrenos agrícolas y zonas industriales.
Sin embargo, a partir de la década de 2000, se empezó a ejecutar un plan de transformación urbana con el objetivo de convertir Lezkairu en una zona residencial moderna y bien equipada. Actualmente, este barrio se caracteriza por su arquitectura contemporánea, espacios verdes y zonas peatonales, así como por una buena conexión con el centro de la ciudad y otras áreas urbanas de Pamplona. El desarrollo de Lezkairu ha seguido criterios de urbanismo sostenible, con especial atención a la creación de espacios públicos, servicios comunitarios e infraestructuras modernas.
Por otra parte, el Clot d'Emprivat en Escaldes-Engordany, Andorra, es un área que ha experimentado una profunda transformación urbanística en las últimas décadas.
El Clot de Emprivat de Escaldes-Engordany es un claro ejemplo de una planificación urbanística en la que ha prevalecido la edificabilidad privada por delante del espacio público. Como resultado, esta área se ha convertido en una zona densamente edificada, con pocas zonas verdes, calles estrechas y una carencia significativa de espacios destinados a equipamientos comunitarios. Aunque se planteó la conversión de algunos edificios en torres con el objetivo de liberar más espacio público, esta iniciativa no ha logrado los resultados esperados.
Temporalmente, el alquiler de algunas parcelas privadas actualmente utilizadas como parques minimizan esta sensación, pero en el momento en que todo el Clot de Emprivat se edifique, el espacio libre y espacio verde será claramente insuficiente como lo ha sido en la zona de Prada Ramon, uno de los primeros ensanches realizados en Andorra.
Por lo general, el Clot d'Emprivat se ha consolidado como un mal ejemplo de planificación urbanística, donde la falta de equilibrio entre edificaciones privadas y espacios públicos limita la calidad de vida de sus residentes y el atractivo del barrio. Una oportunidad perdida.
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